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EL SEIS DOBLE - DIARIO DIGITAL DE ALZIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (48) - EL “MOLÍ DE BAIX”, SUS MOLINEROS Y OTROS MOLINOS QUE TUVO ALZIRA - POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (48)  -  EL “MOLÍ DE BAIX”, SUS MOLINEROS Y OTROS MOLINOS QUE TUVO ALZIRA  -  POR: ALFONSO ROVIRA

Desde un principio, en las sociedades de régimen agrícola, se usaron distintos instrumentos de percusión, en especial morteros de piedra o madera para triturar el grano de los cereales y proceder a la elaboración de diferentes harinas. Fue en Grecia y más tarde en Roma cuando se extendió el empleo del molino de núcleos de piedra dura, una inferior, fija, y otra superior, móvil, que giraba alrededor de la primera gracias a la fuerza animal.

El paso a la molturación gradual tuvo lugar a partir de la mitad del siglo XVII, entonces ya se pudo separar el grano de la cáscara y elaborar molinos de gran calidad. En tiempo de Julio César, se inventaron los molinos de agua hidráulicos. Los árabes inventaron el de viento hacía el siglo VII, pero no fue conocido en Europa hasta que lo trajeron los cruzados en 1040, aunque el molino era ya conocido 65 años antes de Cristo.

¿Quién de ustedes, mis contemporáneos, no se ha acercado a un molino en tiempos de la "fam" para cambiar grano  —de trigo o de maíz— por harina, para amasar el pan o la "coqueta de dacsa". En la época de  1940, conocíamos los molinos de Villalba, en Guadassuar; del "Borrego" en el "Riu Verd" o "dels Ulls"; de Genís, en la partida del Pla; el de Fus, en la Papensa;  el de Montagud; el "Molí de Baix" y el del "Molinet", al mismo lado derecho, según el curso del Xúquer, del "Pont de Sant Gregori", donde íbamos a bañarnos de chicos. De los que tenemos noticias trataremos hoy, sobre todo del "Molí de Baix" .

El “Molí de Baix”

Los que hace muchos años, hasta 1934, regentaron el molino, trabajando en él, fueron Pascual Tudela Alabort y su esposa, Amparo Murillo Cucarella, que vinieron de Benigánim. De este matrimonio nacieron cinco hijos: Paco, Pepita, Pascual, Amparo y Antonio. El mayor, Paco, el que más conocimos, fue hornero. Sus primeros pasos para elaborar el alimento básico fueron el horno de Roselló, en la calle Santa Teresa, como oficial y en 1934 se estableció por su cuenta en el horno de la plaza que lleva el mismo nombre. Francisco Tudela Murillo fue el primer presidente que tuvo la falla de la Plaça del Forn, que está próxima a celebrar su primer medio siglo. El señor Paco falleció en el año 1972.

Al dejar el “Molí de Baix”, la familia Tudela vino a reemplazaría un matrimonio formado por Juan Llinares Fos e Inés Fos, oriundos de Sueca, que tenían un molino en Almussafes, el "Molí de Grau". Como su antecesor, Juan Llinares e Inés Fos, tuvieron cinco hijos, pero en su caso fueron cinco precio­sas hijas: Hortensia, Inés, Dora, Conchit:a y Juanita.

Aguas del río Barxeta

El molino hidráulico movía sus piedras con la fuerza de las aguas del río Barxeta. En la planta baja tenía instaladas cuatro muelas, dos en cada ángulo del rectángulo del habitáculo donde se molía el grano. La familia del señor Juan, todo mujeres, tuvieron que trabajar duro en los años difíciles para "tirar adelante". Sus hijas eran las encargadas de cortar el agua de acceso al molino, con una esclusa que se movía con una manivela para desviarla, cuando su padre limpiaba las muelas, todos los sábados que habían de ser picadas por el desgaste.

En el primer piso estaba la vivienda de la familia y en la parte superior un molino de arroz que funcionaba recogiendo el grano de la parte baja a modo de noria que, una vez molido, caía la cáscara por un hueco al piso bajo.

El señor Llinares cambiaba la harina por el grano en aquellos años del "estraperlo" y en una ocasión recibió la visita de la "fiscalía" que ordenó se desmontaran dos piedras del molino y con un carro de bueyes fueran depositadas por un tiempo en el solar de lo que fue la iglesia conventual de San Agustín —hoy edificio de la Caja de Ahorros— para que mermara la molienda.

Muchas fueron las anécdotas que sufrieron la familia Llinares Fos. En el tiempo de la Guerra Civil, la "Pava" se orientaba a través del curso del río Barxeta para dirigirse a bombardear la fábrica de bombas de Carcaixent, y en una ocasión recibieron una ráfaga de ametralladora, sin consecuencias, del avión, un Junker, procedente de Palma de Mallorca y que realizaba incursiones nocturnas

El "Molí de Baix" se encuentra en uno de los niveles más bajos del término, en la partida de Materna, y cuando el río se "salía de madre", el alcalde de la época, Lisardo Piera, les enviaba una barca para rescatarlos —ya que las aguas llegaban al primer piso—, para ser acogidos en la fábrica de papel por la familia Pastor. La madre, la señora Inés, al vivir en contacto con el campo, criaba gallinas, cerdos y gansos, éstos últimos se desplazaban por el río y en alguna ocasión, con motivo de las inundaciones, tuvo que convertir el molino en una improvisada arca de Noé para ponerlos a salvo.

En 1950, el propietario del "Molí de Baix", Marcelino Alamar Mocholí, vendió el habitáculo a un hornero de la capital de provincia, Miguel Tomás Caldés, que cambió la profesión por la de fabrican­te de almidón. Después fue taller de "picapedrer" hasta nuestros días, que es un edificio abandonado, desprovisto de sus piedras que tanto grano molieron para el sustento de los alcireños que tanta necesi­dad tenían en aquellos años. Hoy, la harina para amasar, "el pan nuestro de cada día", viene de fábricas que son el portento de la mecánica y del ingenio humano.

Pero hablando de la invención del pan, el filósofo español Eduardo Benot, hizo una juiciosa y profunda observación: "Sabemos quien fue Atila e ignoramos el nombre del inventor del pan".

 

Alfonso Rovira, 18.12.1992

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