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EL SEIS DOBLE - DIARIO DIGITAL DE ALZIRA

Articulistas ----------------------- Alfonso Rovira

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (48) - EL “MOLÍ DE BAIX”, SUS MOLINEROS Y OTROS MOLINOS QUE TUVO ALZIRA - POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (48)  -  EL “MOLÍ DE BAIX”, SUS MOLINEROS Y OTROS MOLINOS QUE TUVO ALZIRA  -  POR: ALFONSO ROVIRA

Desde un principio, en las sociedades de régimen agrícola, se usaron distintos instrumentos de percusión, en especial morteros de piedra o madera para triturar el grano de los cereales y proceder a la elaboración de diferentes harinas. Fue en Grecia y más tarde en Roma cuando se extendió el empleo del molino de núcleos de piedra dura, una inferior, fija, y otra superior, móvil, que giraba alrededor de la primera gracias a la fuerza animal.

El paso a la molturación gradual tuvo lugar a partir de la mitad del siglo XVII, entonces ya se pudo separar el grano de la cáscara y elaborar molinos de gran calidad. En tiempo de Julio César, se inventaron los molinos de agua hidráulicos. Los árabes inventaron el de viento hacía el siglo VII, pero no fue conocido en Europa hasta que lo trajeron los cruzados en 1040, aunque el molino era ya conocido 65 años antes de Cristo.

¿Quién de ustedes, mis contemporáneos, no se ha acercado a un molino en tiempos de la "fam" para cambiar grano  —de trigo o de maíz— por harina, para amasar el pan o la "coqueta de dacsa". En la época de  1940, conocíamos los molinos de Villalba, en Guadassuar; del "Borrego" en el "Riu Verd" o "dels Ulls"; de Genís, en la partida del Pla; el de Fus, en la Papensa;  el de Montagud; el "Molí de Baix" y el del "Molinet", al mismo lado derecho, según el curso del Xúquer, del "Pont de Sant Gregori", donde íbamos a bañarnos de chicos. De los que tenemos noticias trataremos hoy, sobre todo del "Molí de Baix" .

El “Molí de Baix”

Los que hace muchos años, hasta 1934, regentaron el molino, trabajando en él, fueron Pascual Tudela Alabort y su esposa, Amparo Murillo Cucarella, que vinieron de Benigánim. De este matrimonio nacieron cinco hijos: Paco, Pepita, Pascual, Amparo y Antonio. El mayor, Paco, el que más conocimos, fue hornero. Sus primeros pasos para elaborar el alimento básico fueron el horno de Roselló, en la calle Santa Teresa, como oficial y en 1934 se estableció por su cuenta en el horno de la plaza que lleva el mismo nombre. Francisco Tudela Murillo fue el primer presidente que tuvo la falla de la Plaça del Forn, que está próxima a celebrar su primer medio siglo. El señor Paco falleció en el año 1972.

Al dejar el “Molí de Baix”, la familia Tudela vino a reemplazaría un matrimonio formado por Juan Llinares Fos e Inés Fos, oriundos de Sueca, que tenían un molino en Almussafes, el "Molí de Grau". Como su antecesor, Juan Llinares e Inés Fos, tuvieron cinco hijos, pero en su caso fueron cinco precio­sas hijas: Hortensia, Inés, Dora, Conchit:a y Juanita.

Aguas del río Barxeta

El molino hidráulico movía sus piedras con la fuerza de las aguas del río Barxeta. En la planta baja tenía instaladas cuatro muelas, dos en cada ángulo del rectángulo del habitáculo donde se molía el grano. La familia del señor Juan, todo mujeres, tuvieron que trabajar duro en los años difíciles para "tirar adelante". Sus hijas eran las encargadas de cortar el agua de acceso al molino, con una esclusa que se movía con una manivela para desviarla, cuando su padre limpiaba las muelas, todos los sábados que habían de ser picadas por el desgaste.

En el primer piso estaba la vivienda de la familia y en la parte superior un molino de arroz que funcionaba recogiendo el grano de la parte baja a modo de noria que, una vez molido, caía la cáscara por un hueco al piso bajo.

El señor Llinares cambiaba la harina por el grano en aquellos años del "estraperlo" y en una ocasión recibió la visita de la "fiscalía" que ordenó se desmontaran dos piedras del molino y con un carro de bueyes fueran depositadas por un tiempo en el solar de lo que fue la iglesia conventual de San Agustín —hoy edificio de la Caja de Ahorros— para que mermara la molienda.

Muchas fueron las anécdotas que sufrieron la familia Llinares Fos. En el tiempo de la Guerra Civil, la "Pava" se orientaba a través del curso del río Barxeta para dirigirse a bombardear la fábrica de bombas de Carcaixent, y en una ocasión recibieron una ráfaga de ametralladora, sin consecuencias, del avión, un Junker, procedente de Palma de Mallorca y que realizaba incursiones nocturnas

El "Molí de Baix" se encuentra en uno de los niveles más bajos del término, en la partida de Materna, y cuando el río se "salía de madre", el alcalde de la época, Lisardo Piera, les enviaba una barca para rescatarlos —ya que las aguas llegaban al primer piso—, para ser acogidos en la fábrica de papel por la familia Pastor. La madre, la señora Inés, al vivir en contacto con el campo, criaba gallinas, cerdos y gansos, éstos últimos se desplazaban por el río y en alguna ocasión, con motivo de las inundaciones, tuvo que convertir el molino en una improvisada arca de Noé para ponerlos a salvo.

En 1950, el propietario del "Molí de Baix", Marcelino Alamar Mocholí, vendió el habitáculo a un hornero de la capital de provincia, Miguel Tomás Caldés, que cambió la profesión por la de fabrican­te de almidón. Después fue taller de "picapedrer" hasta nuestros días, que es un edificio abandonado, desprovisto de sus piedras que tanto grano molieron para el sustento de los alcireños que tanta necesi­dad tenían en aquellos años. Hoy, la harina para amasar, "el pan nuestro de cada día", viene de fábricas que son el portento de la mecánica y del ingenio humano.

Pero hablando de la invención del pan, el filósofo español Eduardo Benot, hizo una juiciosa y profunda observación: "Sabemos quien fue Atila e ignoramos el nombre del inventor del pan".

 

Alfonso Rovira, 18.12.1992

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (47) - LA HISTORIA DEL CONJUNTO MUSICAL ALCIREÑO “GRUPO HISPANO-MEJICANO” - POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (47) - LA HISTORIA DEL CONJUNTO MUSICAL ALCIREÑO “GRUPO HISPANO-MEJICANO” - POR: ALFONSO ROVIRA

Pocos años habían transcurrido desde la actuación en el campo de deportes de la vecina población de Carcaixent, quizá fuera en 1946 ó 1947, de Joaquín Cordero, Manuel López Ochoa y Rubén Zepeda Novedo. Ustedes les habrían identificado enseguida si hubiera comenzado diciéndoles que formaban el “Trío Calaveras”, que recorrían la Madre Patria interpretando canciones populares de su país azteca y que en aquellos años las escasas emisoras de radio habían popularizado en nuestro país. También, en aquella época tuvo su gira por España el popular Jorge Negrete, que falleció en Los Ángeles en 1953.

A los jóvenes de aquella generación les gustaba escuchar aquellas canciones mejicanas y aquí, en Alzira, habían buenas voces; como ejemplo de ellas, José Vila Felices, Estábamos a punto de comenzar la década de  1950 y un joven alcireño, José Vayá Iranzo, hijo de un benemérito maestro nacional, cursaba estudios de violín y piano en la vecina población de Algemesí, con el maestro Ernesto Francés, profesor de las Escuelas Pías en Valencia, primer premio por oposición en el conservatorio de música de nuestra capital de provincia, y en eso llega la nueva década y un grupo de amigos, Ángel Sampedro y Salvador Enguix, de la mano de José Vaya en su casa del Carrer Nou —hoy Santa Teresa— en el número 30, en un patio tras la vivienda, muy cerca del Pontet de Tudela, se reunían para ensayar con sus guitarras. A ellos se unió, en primera instancia, Pepe Vila, con su potente y agradable voz. Más tarde actuarían en los programas que emitía Radio Alzira “Micrófono para todos” y “A la rueda rueda”, que conducía el vetera­no locutor Joaquín Sanchis. Así nació el “Grupo Hispano-Mejicano”. Antes de esta andadura ya habían actuado con Hilario Huesca y Pepe Mascarell "El Bolo". Muchas fueron las andanzas de este nuevo grupo alcireño por los pueblos de La Ribera, dando también serenatas en las fiestas josefinas a las falleras de las pocas comisiones que realzaban la fiesta de la música, el cartón y el fuego.

Llegó a ser tanta la popularidad de este grupo alcireño, que tomaron parte en el concurso radiofónico que todos los sábados, a las tres de la tarde, se emitía a través de Radio Valencia, retransmitido por Radio Alzira de la mano del popular locutor Juan Granell Acosta. En la final de este programa, que se realizó en el Teatro Olimpia de la capital de provincia, el “Grupo Hispano-Mejicano” obtuvo el primer premio dejando en segundo lugar al de "Rosa y los Galindos", que tanto renombre alcanzarían en los escenarios como profesionales. Poco tiempo después se llevó a cabo una finalísima en el coso taurino valenciano, donde Radio Valencia premiaba al mejor locutor con una plaza en esta emisora, logrando alcanzarla el conoci­do locutor Joaquín Prat, que estuvo muchos años en la emisora de la calle Don Juan de Austria. Problemas de varias índoles salieron al encuentro con estos jóvenes alcireños como era la posibilidad de convertirse en profesionales —viajar, dejar a las novias en casa— ya que cada uno tenía su profesión particular y una de las más importantes era que Pepe Vayá tenía que incorporarse al servicio militar ocho días antes de esta convocatoria en la base área de Alcantarilla, en Murcia. Tuvieron que abando­nar la idea de participar en este concurso con la desilusión de los organizadores. Pero, a nivel local, cuando Pepe Vayá regresó de la mili, volvieron a "engancharse" a la guitarra y participar en las emisiones falleras que se llevaron a cabo todos los lunes por la noche en la emisora de la "placeta" y tomaron parte con las fallas de las calles del Doctor Ferrán y la de Sant Joan, entre otras. La última actuación del grupo fue el catorce de septiembre de 1958, en los estudios de Radio Alzira, con motivo de la boda de uno de los componentes del grupo. Fue Juan Sospedra Pastor y la emisión ­serenata radiofónica estuvo dedicada  a Juan y Lolita.

Muchas fueron las anécdotas que sufrieron estos muchachos. Cuando actuaban en una oca­sión en el Teatro Principal de Valencia, como a sus jóvenes años eran imberbes, los bigotes eran pintados con el tizne de los tapones de corcho mascarados y como era casi verano, al sudar, el diseño para parecer más charros se iba diluyendo, con lo que llamaba la atención a los espectadores como los bigotes se diluían.

Otro tema eran los trajes de mejicano, que eran alquilados y los vestían encima de los propios, aumentando el calor. En una ocasión, el cantante Pepe Vila, con un chorro potente de voz, al final de una canción, al hacer un esfuerzo se le rompió el tirante con que sujetaba los pantalones y tuvo que sujetarlo con la mano y, saludando al público, desaparecer por el foro so pena de que se le vinieran abajo, los pantalones claro.

Tenían problemas cuando de noche salían a hacer serenatas a las chicas; como quiera que no tuvieran permiso, la policía les detenía y llevándolos al retén permanecían unas horas hasta que llegaba el alcalde y después de "arengarlos" los mandaba a casa. Pero no fue así en Carcaixent, donde los metieron en el "trullo" por unas horas, en aquel calabozo que era más antiguo que el del conde de Montecristo. Así se trataba la cultura musical.

El grupo estaba al corriente de las canciones que iban apareciendo. El director de Radio Alzira, Juan Ortega Vicente, cuando llegaba un disco de Negrete, les llamaba y eran los primeros en escuchar­lo. Este grupo de alcireños tuvo mucho éxito en los años cincuenta —1950—. Aquellos jóvenes dieron mucho renombre a Alzira. Dos de ellos ya nos dejaron hace años, Ángel Sampedro y José Vila. Aún parece que están sonando en nuestros oídos su guitarra y su voz, respectivamente. En la foto que acompañamos, los que fueron los iniciadores del grupo. Preferimos que ustedes los identifiquen. No les será difícil.

Alfonso Rovira, 06.12.1992

 

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (46) __ HISTORIA SOBRE EL JUEGO DEL BILLAR EN ALZIRA Y EL CLUB BILLAR COLÓN __ POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (46) __ HISTORIA SOBRE EL JUEGO DEL BILLAR EN ALZIRA Y EL CLUB BILLAR COLÓN __ POR: ALFONSO ROVIRA

No se conoce con exactitud el origen del billar. Shakespeare, en el siglo XVI, ya lo nombraba en alguna de sus obras. Estuvo de moda en la corte de Luis XIV. En el siglo XVII, la mesa era de roble y a veces de mármol; hacia 1825 se usaron mesas de pizarra. El billar estuvo en boga en el siglo XVIII y en los palacios y mansiones de la alta burguesía se disponía de mesas de billar. Los billares datan del siglo XIX.

Las primeras noticias que tenemos sobre el billar en Alzira —deporte de caballeros— organizado en club, se remonta al año 1950, cuando en el mes de septiembre, en el Ideal Café de Alzira, regentado por Enrique Revert. Se celebró el primer campeonato de billar, en el que participaron Rafael Casterá, Rafael Andujar, Rafael Peris Yudici, Vicente Vila y Gonzálvez (que se proclamó campeón). Segundo y tercero fueron Rafael Casterá y Rafael Andujar.

Club Billar Colón

Pasaron dos años y en 1952 se formaba, federándose en la valenciana, el Club Billar Colón, ubicado en el local que llevaba este mismo nombre: el Café Colón, que regentaba Francisco Lluch. Fue el primer presidente José Benavent, al que acompañaron en esta primera junta directiva: Rafael Andújar, José Villatoro, Roberto Llavador, Manuel Grande, Francisco Alberola, José Mansergas, Enrique Verdú “el torroner” y Rafael Casterá. Fue un grupo de alcjreños muy unido, que hizo posible que en esta ciudad se celebraran varios campeonatos locales. También se llevaron a cabo campeonatos regionales. Para llevar a cabo estos campeonatos, Roberto Llavador, desinteresadamente, instaló en el Colón dos billares “gran match” y cuatro 2,40 con la colaboración de Rafael Casterá.

Casi diez años funcionó, con gran éxito de público, el Club Billar Colón, en la sede del Café; pero en 1961, Francisco Lluch rescindió el contrato y los socios del club tuvieron que buscar local. Contactaron con el Círculo Alcireño, del que era presidente Andrés Palop Gimeno. Por gestión de José Benavent comenzaron a "rodar" las bolas de marfil en este centro cultural y recreativo.

Este mismo año, recién estrenada la nueva sede, la directiva, en el mes de febrero, entre el  día 2O y 26, organizó el Campeonato de España de primera y segunda categoría, al cuadro 47/2, a llevar a buen término en el salón árabe de "La Gallera". En él intervinieron, en la primera categoría, Gálvez, de Huelva; Tejerina, de Castilla; Domingo y Aguilera, de Barcelona; y Ortí, Vélez y Estrada de Valencia. Tres años más tarde, en 1964, entre el 13 y 19 de abril, la directiva organizaba otro campeo­nato de modalidad libre, clasificatorio para el mundial que el día 3 de junio se celebraría en Vigo. Participaron Gálvez, Domingo, Aguilera, Nadal, Perona, Muñoz, Ortí Vélez y Tortosa.

En este campeonato, Vicente Baeza, presidente de la Federación Valenciana de Billar, manifes­taba: "Conocemos y hemos visto los afanes de organización y desvelo del Club de Billar. Su actual presi­dente, José Villatoro,  con los anteriores Rafael Casterá y Rafael Andujar, en una ejemplar compostura de entrañables lazos amistosos y deportivos, se esfuerzan juntamente con el resto de directivos por defender el alto nivel y prestigio billarístico de Alzira y sus muchos y buenos aficionados".

Anecdotario

Que se nombre un médico en un club de fútbol, de baloncesto, ciclismo, etc. es cosa lógica; pero que se elija un médico para un club de billar suena extraño. Pues nada más y nada menos que los del Billar Colón nombraron al doctor Manuel Just como médico del club. Se puso "més ample que una lloca". Me decía Casterá: "El metge  Just asistía a todas las partidas como espectador y un día, haciendo las funciones de árbitro, el presidente de la valenciana, Vicente Beut, tuvo un amago de infarto con la suerte de que estaba presente el Dr. Just que fue quien le atendió en la primera instancia.

Eran tan elevados los gastos económicos para hacer frente a la organización del Campeonato de España, que la directiva se comprometió a hacer frente a ellos, por lo que se organizaron y con huchas de postulación de Cruz Roja y Domund, los muchachos del club recorrieron bares, comercios, visitaron empresas y ayuntamiento para obtener fondos.

Batiste Chordá, camarero del Café Colón, que sin saber coger un taco de billar animaba y alentaba a todos con su buen carácter, fue motivo para que el socio número uno del club, Rafael Casterá, le cediera este honor.

El recordado arcipreste de Santa Catalina, Francisco Albiol, debido a la importancia que tuvo el Campeonato de España de Billar, dio cuenta en la hoja Parroquial de los resultados de esta con­frontación nacional. En el transcurso de este campeonato, a Ortí Vélez se le rompió el taco del que se estaba sirviendo. Lo guarda como recuerdo Roberto Llavador.

El protagonista de otra anécdota fue José Benavent, que era un poco inferior en el juego del billar con Casterá y Andújar. Se disputaron una botella de coñac a una partida a tres bandas y fue una gran proeza del “pollastret" que venció a sus oponentes.

De aquel Club de Billar que nació en Alzira hace más de cuarenta años queremos hoy tener un recuerdo. En la foto figuran, de izquierda a derecha:  Cervera, cronista deportivo de Valencia; Alberto Rubio Salvador Sifre; Rafael Casterá; Rafael Andújar; Federico Kramer; José Villatoro; Francisco Lluch; Enrique Verdú y José Benavent. Sentados, de izquierda a derecha: Vicente Beut, José Mansergas y Manuel Grande.

 

Alfonso Rovira, 29.11.1992

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (45) __ LA SOCIEDAD MUSICAL DE ALZIRA GANÓ EN 1978 EL CONCURSO INTERNACIONAL DE MÚSICA DE KERKRADE __ POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (45) __ LA SOCIEDAD MUSICAL DE ALZIRA GANÓ EN 1978 EL CONCURSO INTERNACIONAL DE MÚSICA DE KERKRADE __ POR: ALFONSO ROVIRA

Dos picas en Flandes

Hacía una mañana fría el domingo 12 de febrero de 1978, cuando visitaba Alzira el Ministro de Cultura Pío Cabanillas Gallas, que venía acompañado de autoridades y del director general de la música, Jesús Aguirre —hoy Duque de Alba—. El ministro Cabanillas, aquella mañana, se detuvo especialmente en los locales de la Sociedad Musical como vemos en la foto. De izquierda a derecha: Eustasio Enguix; el presidente de la sociedad, Salvador Ausina; detrás, el director Francisco Hernández Guirado; Alfonso Rovira, que firma esta crónica; Pío Cabanillas; el doctor David Cuesta,  concejal de cultura; Gustavo Pastor; el alcalde, doctor Camilo Dolz y el vicepresidente de la Sociedad Musical, Cipriano Cardona. El ministro estuvo aquella mañana en el patio de las antiguas Escuelas Pías, donde hoy se levanta el hogar del jubilado y la banda le ofreció una audición especial, interpretaron “Suspiros de España”, de Álvarez y “Pinos de Roma” de Ottorino Respighi.

Pío Cabanillas, tras escuchar atentamente el pequeño concierto, anunciaba pública­mente, entre los aplausos del público que llenaba el recinto, que la banda de la Sociedad Musical de Alzira tomaría parte en el Concurso Internacional de Música a celebrar en el mes de julio en la ciudad holandesa de Kerkrade. Recordamos las palabras finales del ministro Cabanillas: "A ver si ponéis una pica en Flandes".

Les podemos decir, que el lunes 10 de julio de aquel año de 1978, cuando el sábado y domingo anterior la banda había conseguido un primer premio en el desfile en el estadio de los deportes de la municipalidad de Kerkrade y otro primer premio en la audición del concurso en la sala de conciertos, el presidente, Salva­dor Ausina, cursaba un telegrama al ministro comunicándole que la banda de Alzira no había conseguido poner una pica en Flandes, sino dos.

Cipriano Cardona

Todo comenzó en el mes de enero del año anterior, 1977, cuando una comisión de la junta directiva de la Sociedad Musical se desplazaba a la capital de España para visitar al Comisario de la Música, Enrique de la Hoz, con quien disfrutaba de muy buena amistad, gracias a su don de relaciones públicas, el vicepresidente Cipriano Cardona Llinares. Sin lugar a dudas, Cardona fue el punto de apoyo para que la palanca hiciera la fuerza necesaria para que la banda participara en tan reconocido Concurso Mundial de Música de Kerkrade. En este mismo desplazamiento a Madrid, Cipriano Cardona consiguió a través de sus amis­tades que la Sociedad Musical, un mes después de su visita, el18 de febrero, el consejo de ministros otorgara el titulo de "Utilidad Pública".

Los proyectos e ilusiones del bueno de Cipriano Cardona, quizás no llegaran a con­vertirse en realidad, aunque se ha trabajado mucho en estos últimos catorce años. Era un gran amor y capacidad de trabajo lo que dio Cardona en el tiempo que estuvo junto a la Sociedad Musical. Era la banda de su tierra, de su pueblo. Cipriano Cardona, al que como ya hemos dejado constancia, fue el trampolín para viajar al centro de Europa, no pudo recoger la siembra, se quedó con el sentimiento de todos, a mitad de camino. EI 21 de mayo, mes y medio antes de la partida, fallecía este alcireño, difícil de sustituir en su servicio ilusionado, entusiasta para con la cultura musical de esta nuestra ciudad.

Pasaron los días después de la visita del ministro y la banda, conducida por el maestro Francisco Hernández Guirado, ensayaba presurosamente la obra obligada para el concurso, “Cap Kennedy”, de Serge Lancen y dos de libre elección, para que el jurado eligiera una de ellas.

Llegó el día tan esperado de la partida. La banda, el 5 de julio, estuvo ensayando hasta pasadas las dos de la madrugada y cerca de las cinco partíamos desde la Plaza Mayor 218 personas entre músicos y acompañantes, presidiendo la expedición el alcalde, Camilo Dolz Enguix.

Los músicos de la banda, entre ellos muchos niños y adolescentes, que era la primera vez que salían al extranjero, pudieron ver y admirar ciudades como Lyón, París y Bruselas. Pero lo más emotivo del viaje fue cuando el domingo, día 9 de julio, en la sala de audiciones de Kerkrade, anunciaban que la banda de Alzira había conseguido 350 puntos, que le valían un primer premio y mención de honor del jurado internacional, que califica la pureza, sonido, técnica, articulación, representación general, conjunción de la banda, el ritmo y el tiempo. En cuanto a la nuestra, la calificación de insuperable y excelente. Una experiencia tan agradable como la participación en el Concurso Internacional de Música de Kerkrade se repitió siete años después, en 1985.

Hoy, cuando todas las agrupaciones musicales celebran la festividad de su patrona, Santa Cecilia, queremos dedicar un homenaje a nuestra sociedad Musical que en esta ocasión cumple sus primeros veinticinco años, las bodas de plata como entidad. A los hombres y mujeres que laboran y a los que quedaron en el camino, habiendo puesto su gran aportación y sacrificio, el agradecimiento de un pueblo que quiere y ama a su banda. Felicidades a todos.

 

Alfonso Rovira, 22.11.1992

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (44) __ BREVE HISTORIA DEL COLEGIO LA PURÍSIMA Y OTROS CENTROS EDUCATIVOS DE ALZIRA __ POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (44) __ BREVE HISTORIA DEL COLEGIO LA PURÍSIMA Y OTROS CENTROS EDUCATIVOS DE ALZIRA __ POR: ALFONSO ROVIRA

Alzira, la hermosa y progresiva ciudad, capital de las ubérrimas tierras de La Ribera Alta del Xúquer, en el plano docente cuenta en la actualidad con tres institutos con el nombre de preclaros personajes que mucho hicieron por esta noble población: "Rey Don Jaime", "José María Parra" y "Luis Suñer". También cuenta con una academia privada, de solera, como es la "Júcar", donde impartieron enseñanza queridos alcireños Como José Pellicer Magraner, Francisco Llácer Domingo y Justo Navarro Parra, entre otros. Colegios religiosos como el de la Sagrada Familia, regido por las Hermanas Obreras de la Cruz, en la siempre querida barriada de l'Alquerieta; el de los Santos Patronos, de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl y "La Purísima", de las MM Franciscanas, del que trataremos en nuestro reportaje dominical.

Nos viene a la memoria, gratamente, con nostalgia, las Escuelas Pías y los PP Escolapios, por donde pasaron varias generaciones de alcireños. De su noble edificio, construido el pasado siglo, con aportaciones de todos los vecinos de esta población, recordamos que los Escolapios dejaron la ciudad a mediados la década de los 40. También "l'Escolapía" albergó en los años siguientes escuelas nacionales: la Academia Municipal de Dibujo, bajo la dirección de Ricardo Fluixá; el Instituto Laboral "Rey Don Jaime" a mediados de la década de 1950; la Biblioteca Pública Municipal, dirigida por José María Parra; la sede de la Sociedad Musical Alzira, y, en la actualidad, la Casa de la Cultura, donde aún se están realizando obras de mejoras.

También estuvieron en Alzira las MM Escolapias, su colegio se situaba en la plaza Mayor, donde se ubica hoy el Banco Hispano. Durante los tres años que duró el enfrentamiento fratricida, la guerra civil, se albergó un grupo de escuelas nacionales bajo el nombre de "Grupo Escolar Pablo Iglesias". La parte trasera de este colegio daba al río, cerca del "Pont de Sant Bernat".

Con el paso del tiempo han ido creándose varios centros docentes en distintos puntos de la población: "García Lorca", "Blasco Ibáñez", "Pintor Andreu", "Alborxi", 'Tirant lo Blanch", "Ausias March" y "Luis Vives". Estos dos últimos, durante mucho tiempo, los conocimos como "Alzira I" y "AIzira II". No obstante, según fue aprobado en un pleno de la corporación municipal, en el año 1977, estos dos colegios debieron denominarse "Manuel Gaspar" y "Emilio Pastor", dos eminentes maestros nacionales que llegaron a Alzira el día primero del mes de noviembre de 1934 y que dejaron bien alto el pabellón de docencia en nuestra ciudad.

Las Religiosas Franciscanas

El colegio de las MM Franciscanas, conocido popularmente por los alcireños como "El Centro", fue fundado en 1883, en el número 36 de la calle Santa Lucía, donde impartían la enseñanza a los párvulos de esta población. Verán el por qué de la denominación "Centro". Mediaba el último cuarto del siglo XIX, cuando la obra Franciscana fundaba en Alzira un colegio de párvulos, bajo el nombre de "Nuestra Señora del Buen Consejo", que al mismo tiempo, en su primera etapa tuvo a su cargo la obra benéfico-social de protección y ayuda a la mujer. En 1879, el entonces Arzobispo de la Diócesis Valentina, Antolín Monescillo creaba en la capital de provincia un centro de protección a la mujer, con el objeto principal de moralizar, instruir y favorecer a las sirvientas domésticas principalmente. Uno de estos centros nació en Alzira, propulsado por José Gomis Suñer, que al transcurrir poco tiempo pasó a depender, el "Centro Protector a la Mujer", a la obra franciscana de Alzira. Se había instalado en la calle Albornoz, como saben, en el centro de La Vila, cerca de las plazas del Sufragio y del Carbón, con final en la antigua Muralla, hoy avenida Luis Suñer.

Siguiendo las normas por las que se regían estas instituciones, las ayudas a las jóvenes consistían en facilitarles los medios para su desenvolvimiento en la ciudad, lo que podríamos llamar hoy una residencia. Fue la primera labor franciscana en Alzira.

En el desaparecido convento o colegio "La Purísima" —"El Centro"— las franciscanas vivieron allí muchos años. La excelente labor educativa que siguieron desde el inicio las religiosas franciscanas con los niños de Alzira fue valorada muy positivamente por los padres. Alcanzó una numerosísima matrícula con niñas de primera enseñanza y más tarde hasta el bachi­ller, lo que hizo que el antiguo edificio de la calle Sama Lucía, en la vieja Alzira, fuera insuficiente para su albergue, por lo que la Congregación planificó la construcción de un nuevo y amplio colegio. Los terrenos previstos para su ubicación fueron al otro lado del río Barxeta, en la partida de Tulell.

La primera piedra, que en arquitectura se denomina "piedra de Fundación", generalmente angular, colocada solemnemente, a la que se suele practicar una entalladura para introducir algún pergamino, periódicos del día o monedas de curso legal, fue depositada en los terrenos, un día del mes de noviembre de 1966. Fueron padrinos de esta ceremonia el ilustre abogado alcireño Rafael Presencia Lliso y su esposa, Amparo Redal.

Dos años duro la obra de este suntuoso centro docente "La Purísima", regido por las MM Franciscanas. Numeroso público asistió al acto de la inauguración, entre los que se encontraban los padres y familiares del alumnado y religiosas de la orden Franciscana. Fue el 24 de octubre de 1970, cuando se procedió a la bendición de las instalaciones, estando a cargo del entonces Arcipreste de San Bernardo Mártir y párroco de Santa Catalina, Francisco Albiol Bañón.

Fue aparejador de la obra el alcireño José Luis Enguix Mengual y el constructor Ricardo de la Petra. En la actualidad, en el colegio "La Purísima", mil cien alumnos pasan todos los días por sus aulas, donde se dan clases hasta el curso de orientación universitaria.

En estos días, si se lleva a cabo, a corto o medio plazo, el Plan General de Ordenación Urbana de Alzira, al norte de la ciudad, en la partida de Tulell, nacerá una zona residencial de las más bellas de la comarca de La Ribera.

 

Alfonso Rovira, 15.11.1992

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (43) __ LA VISITA A ALZIRA DEL PAPA JUAN PABLO II __ POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (43) __ LA VISITA A ALZIRA DEL PAPA JUAN PABLO II __ POR: ALFONSO ROVIRA

Era lunes el 8 de noviembre de 1982. Alzira, al igual que todas las poblaciones de La Ribera, era una ciudad devastada. Barro y escombros por todas partes a causa de la panta­nada del 20 de octubre.

De pronto, se produce un hecho inesperado. El Papa modifica su programa y se pre­senta en el epicentro del desastre, en la Muntanyeta del Salvador, en el Santuario de la Virgen de Lluch. Las gentes comienzan a sonreír por primera vez. Ha llegado el Papa y con él, el primer rayo de esperanza.

Hacía un día gris aquel principio de semana, cuando a las ocho de la mañana —hora que nos había señalado la policía, en la autorización especial para subir al santuario con la unidad móvil de Radio Alzira, puesto que no se permitía el acceso de vehículos a la montañe­ta— subíamos al lugar, donde por la tarde iba tomar tierra el helicóptero papal.

El equipo que iba a transmitir la noticia en directo estaba formado por José Manuel González, de Radio Valencia; Miguel Ángel Picornell, de Radio Gandía, que había estado desde los primeros momentos de la catástrofe; Bernardo Clari, de Radio Alzira y el que suscribe, para la coordinación técnica.

A lo largo del día, aunque las dificultades eran enormes para los desplazamientos, las gentes de La Ribera iban congregándose en la explanada para recibir al Papa, llegando a reunirse más de seis mil personas.

Fue el mismo Juan Pab!o II quien mostró el deseo de visitar las zonas afectadas. Igual pudo ser Carcaixent, que el valle de Cárcer, como otras poblaciones no menos afecta­das que Alzira. Pero, tras un minucioso estudio, se acordó por más seguridad para el aterrizaje de la aeronave, la Muntanyeta del Salvador de Alzira.

La megafonía del santuario había conectado con la programación de Radio Alzira, los ribereños allí congregados tuvieron noticias en todo momento del desarrollo de la visita papal a Valencia, si bien el momento más emotivo fue el anuncio de la partida desde Moncada hacia Alzira.

Eran cerca de las cinco y media de la tarde cuando en el horizonte aparecieron los helicópteros de la Fuerza Aérea Española; el júbilo fue impresionante. Una aeronave tomaba tierra entre los gritos enardecidos de la multitud; las campanas del Santuario al vuelo, los aplausos del público gritando "Vixca el Papa"; sin embargo, no era Su Santidad el que viajaba en el primer helicóptero. De él salieron varias personas del equipo de seguridad del Papa y el aparato se elevó en el aire. No duraría muchos minutos la decepción del público puesto que otro helicóptero se posaba entre las blancas letras de "Totus Tuus", que marcaba el centro del improvisado helipuerto.

Al descender su Santidad los gritos de alegría se acrecentaron más. El Papa venía acompañado de nuestro llorado arzobispo de Valencia Monseñor Miguel Roca Cabanellas. Juan Pablo II, tras saludar al alcalde de Alzira, Francisco Blasco, recorrió el tramo que le separaba del helicóptero al santuario, en donde en el interior se posó a los pies de la Virgen de Lluch, en oración, pidiendo por todos los habitantes de esta Ribera del Xú­quer, que tanto habían sufrido.

Unos minutos más tarde apareció en las escalinatas para dirigirse a los micrófonos instalados en la terraza: "He sentido como un deber y un impulso del corazón antes de concluir mi visita a Valencia venir a ver a los habitantes de La Ribera del Júcar", así comenzaba sus palabras el Papa, nombrando varias poblaciones afectadas por el desmoronamiento de la presa.

Al nombrar a nuestra vecina población de Carcaixent sonó un clamoroso aplauso. "Os aliento —concluiría el Papa— a elevar vuestra mirada a Dios a la vez que a los presentes, a todos los que habitáis en otras zonas afectadas, especialmente a heridos, enfermos y familiares en luto. Os dejo con afecto y cordial bendición".

Acto seguido, el Arzobispo de Valencia, Miguel Roca Cabanellas, brevemente y por el mismo micrófono hizo público el agradecimiento al Santo Padre por el interés demostrado por los habitantes de nuestra Ribera El Papa fue despedido con el mismo entusiasmo y clamor con que fue recibido.

Muchas serían las anécdotas que podríamos contarles aquí. Nosotros emplazamos la unidad móvil, conociendo el terreno que pisábamos, al mismo lado de la puerta de la sacris­tía. Allí estuvimos desde las ocho de la mañana hasta la hora de llegada del Papa. El equipo de periodistas de Radio Alzira, a la hora del mediodía, compartimos las viandas que portábamos con los miembros de la Policía Nacional de servicio en aquel sector.

Las comunicaciones eran muy difíciles —no existían líneas telefónicas—, toda la transmisión se hizo vía radio desde la unidad móvil, con un enlace en el centro emisor de l'Aquerieta y de allí a Radio Valencia y a toda la Cadena Ser, recibiendo la felicitación de la cadena radiofónica por el esfuerzo en las condiciones infrahumanas en que nos movíamos. Hoy,  recor­damos con nostalgia aquella visita tan gloriosa.

Alfonso Rovira, 08.11.1992

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (42) __ EL GORDO DE LA LOTERÍA DE 1968 EN ALZIRA __ POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (42) __ EL GORDO DE LA LOTERÍA DE 1968 EN ALZIRA __ POR: ALFONSO ROVIRA

Un gordo muy atractivo

Aunque en España habían existido loterías a escala local, la Lotería Nacional fue creada por el mejor alcalde de Madrid —como popularmente se conocía al Rey Carlos III— el 30 de septiembre de 1763. Las ganancias iban a parar exclusivamente a la beneficencia como hospitales, asilos y hospi­cios. Más tarde, al ir adquiriendo auge, se convirtió en un importante recurso financiero para el estado. Alzira ha sido visitada en varias ocasiones por la diosa romana Fortuna. La que más nos “suena” fue la del sorteo extraordinario de Navidad de 1968, en que el cuerno de la abundancia, como conoce­mos a la fortuna, “descargó” más de mil millones de pesetas; fue hace 24 años, con el número 57150, al que correspondieron 750 millones de pesetas con el primer premio y, además, un tercer premio con 150 millo­nes de pesetas, que suman los mil además de las centenas de estos números que también fueron vendi­dos en la administración de loterías de Francisco Comes Lacasa, un alcireño afable campechano y comunicativo. También tenía un ultramarinos en la calle Calderón de la barca, 11. Aparte de despachar los productos alimenticios, incluido el chocolate “El puente” y cuya fábrica fundó su padre Manuel Comes Fabiá, a principios de siglo expedía también lotería de la Administración número 1, que se situaba en una mesa debajo de la escalera de acceso a la vivienda, en el piso superior.

Muchos miles de pesetas se vendieron en aquella ocasión, pero el número completo de la suerte del gordo, el 57.150, lo adquirió, así, al azar, Alfredo Pellicer, para distribuirlo en participaciones en la empresa Avidesa, donde trabajaba.

Aquel 22 de diciembre de 1968, apareció primero el tercer premio para Alzira y cual fue la sorpresa que, avanzada la mañana, los niños del Colegio de San Ildefonso cantaron el gordo que correspondió al 57150, que también fue integro para nuestra ciudad.

Las participaciones fueron distribuidas entre los empleados de Avidesa y algunas en Cartonajes Suñer. También el Jefe de Ventas de Avidesa Rafael Sanfrancisco, remitió participaciones a las delegaciones de la empresa a toda España, con la inmensa alegría que suponía a todos los afortunados. Los alcireños, aquel día, vivieron momentos indescriptibles, ya que el dinero que “entró” en Alzira supuso las mayores ventas para todos los comercios, aunque, si cabe, la mayor venta fue de automóviles y nuestra ciudad se vio llena de vehículos cuyas matrículas comenzaban por 228.

Aquel 22 de diciembre a Paco Comes, que había distribuido el gordo y el tercer premio del sorteo extraordinario de Navidad, le “tocó” la lotería sin jugar, como se suele decir, y que con la alegría de los que les habían correspondido los premios y otros “adheridos”, en su tienda de ultramarinos, con una extensión de poco más de 50 me­tros cuadrados se “colocaron” más de quinientas personas, unas con la sana intención de felicitarle y otras con hacer el “agosto” en Navidad. La verdad que le “vaciaron” media tienda de productos alimen­ticios, e incluso jamones que colgaban tras el mostrador. Por otra parte, una de las comisiones falleras alcireñas, la entonces de la calle General Goded —hoy Colmenar—, en el mes de septiembre como es costumbre en fallas y cofradías y asociaciones, encargaron 10.000 pesetas de lotería para venderlas en participaciones. Los falleros que eran unos jóvenes de la barriada vendieron las participaciones del número que luego correspondería al tercer premio, pero los décimos que respaldaban las mismas, no los fueron a retirar pasados unos días del sorteo. Paco Comes les manifestó que el número deberían haberlo retirado y abonado antes del sorteo —era lo natural—, por lo que ya no podían contar con ellos. El representante de la comisión casi se desmaya y el señor Comes le tranquilizó diciendo que era una broma por lo que por las diez mil pesetas les abonó quince millones. He aquí la honestidad, seriedad y honradez de nuestro paisano Paco Comes, que no “pellizcó” ni una peseta en este sorteo, ni siquiera del primer premio, que en Avidesa había distribuido su cuñado Rafael Sanfrancisco.

Otra anécdota ocurrió a muchos kilómetros de Alzira. Radio Alzira, en aquella época, tenía en antena un programa, “Una llamada al corazón”, dedicado a obtener fondos para el recién inaugurado Hogar Teresa Jornet que se emitía por la mañana de lunes a sábado. El día 21, Ismael Mascarell, que era el locutor realizador del programa, había sido llamado a Madrid por la Dirección General de la SER para ser nombrado director de Radio Alzira y llamó por teléfono diciendo que como estaba la retrans­misión del sorteo de la lotería, el programa lo realizaríamos el sábado por la tarde y que como no saldría nada de lotería, no había porqué preocuparse. A la mañana siguiente Mascarell quedaba bloqueado en el aeropuerto de Barajas a causa de la niebla. Al llamar por teléfono se enteró del “follón” que teníamos en Alzira y que le estaban requiriendo de Radio Madrid y del diario Levante del que era delegado comar­cal, para transmitir información al respecto. Mascarell llegó por la tarde y se reintegró a las labores informativas.

Días después vinieron a A!zira, invitados por Luis Suñer, los niños del Colegio San Ildefonso que habían cantado el Gordo.

Alfonso Rovira, 01.11.1992

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (41) __ CAMAREROS ALZIREÑOS DE OTRA ÉPOCA Y MENCIÓN ESPECIAL PARA GALO LÓPEZ __ POR: ALFONSO ROVIRA

ESTAMPAS Y RECUERDOS DE ALZIRA (41) __ CAMAREROS ALZIREÑOS DE OTRA ÉPOCA Y MENCIÓN ESPECIAL PARA GALO LÓPEZ __ POR: ALFONSO ROVIRA

Santa Marta (festividad el 29 de julio), hermana de Lázaro y María (San Juan 11-12), la cita como testigo de la resurrección de su hermano (San Lucas 12-38-43), cuenta que dio hospitalidad a Jesús y que este la reprendió suavemente por la exagerada solicitud con que se afanaba en servirle. Por este motivo, las personas que trabajan en la hostelería la eligieron como patrona, fiesta que celebran cada año el día 29 de julio. Queremos tener un recuerdo para aquellos que dedicaron su vida a servir a los demás, que se destacaron por su bien hacer y simpatía y a los que quedan en sus respectivos puestos de trabajo cada día.

Camareros conocidos

En la imagen tomada por el fotógrafo algemesinense Nácher, el 11 de junio de 1958, en plenas fiestas patronales de aquella población dedicadas a San Onofre, aparecen caras conocidas, algu­nas desgraciadamente desaparecidas. Galo López Casas comienza la fila de los que permanecen derechos de izquierda a derecha, falleció el día 20 de febrero de este mismo año; Joaquín Navarro; Manuel Rubio y Díaz Carrasco, que fue quien trajo a nuestra ciudad a Galo López; Pedro Cortés y Alfredo Martínez Perelló, que falleció e! día 15 de enero de 1968. Agachados: Bautista Chordá; su padre Juan Bautista Chordá Alonso “Batiste”, que nos dejo el día 12 de abril de 1978; Benjamín Benedito Campos, que trabajó en el desaparecido Bar Guía y Pepe Cortés, hermano de Pedro.

Galo López Casas

Galo López llegó a Alzira en mayo de 1954, desde su pueblo de la provincia de Ciudad Real, Socuéllamos. Treinta y cuatro años avalan la profesionalidad, hasta que le llegó la hora de la jubilación. Comenzó su andadura profesional en el Bar Deportes, por aquel entonces ubicado en la calle Calderón de la Barca, junto a la casa de la señora Palmira Vives, donde  adquiríamos tebeos. Era el dueño del Deportes, el señor Pepe y recordamos en la barra al bueno de “Gostinet”. Galo pasó después al bar del Respirall, donde la señora Fina cocinaba tan buenas paellas; más tarde al Cocodrilo. Allí estuvo doce años hasta su traslado a la Cafetería de la Gallera, que al poco tiempo se convertiría en contratista, pasando a ser propietario del Bar Cocodrilo, que hoy regentan sus hijos José Luis, Manuel y Juan Galo. Galo López fue un hombre afable y comu­nicativo En los últimos años fue presidente de la asociación empresarial de hostelería que antaño, bajo la denominación de “Gremio de Hostelería y similares”, habían ostentado la presidencia Faus­tino Aguilar, del Bar Júcar, después Enrique Lapeña y en la actualidad, Antonio López, propietario de la tasca Cami Vell.

Por el Cocodrilo pasaron, degustaron sus platos y firmaron en el libro de honor, Jorge Martínez “Aspar”, Adrián Campos, Lluis Llach, Nuria Espert, Marcelino Camacho, Hernández Mancha, el cardenal Vicente Enrique y Tarancón y el pintor de I’Alcudía Manolo Boix, entre otros.

Otros profesionales, bares y cafeterías de la época

Otros profesiona­les que permanecen en sus puestos de trabajo como Remedios Martorell, esposa de Miguel Peñaranda, en el Bar Guinea, o Manuel Cañete, creador de la sabrosa horchata “La Ribera” hace muchos años del Bar Alzira. Profesionales populares, donde los haya, fue Juan Bautista Chordá, “Batiste, el camarero”, oriundo de Salem, en la Vall d’Albaida, que militó primero en el Bar Valencia con Amadeo Guía, después sus largos años en el Café Colón y más tarde en La Gallera. El viejo Café Colón, con sus puertas giratorias y su famoso club de billar, del que formaban parte Rafael Casterá, Pepe Villatoro, Casterá...

El primero de abril de 1977, en los bajos del edificio Cervantes, se le tributó un caluroso homenaje al señor Batiste, con motivo de su jubilación; acto al que acudió el alcalde de Alzira, Camilo Dolz, y el presidente de la Asociación Provincial, señor Bolaños,  que le impuso la medalla del mérito del ramo.

Otro lugar de esparcimiento fue el Ideal Café, sito en los bajos del que fue Reina Victoria Hotel, actual residencia de la familia Suñer, edificada en 1967. El Ideal lo regentaba Enrique Re­vert, al que acompañaban sus hijos. Era lugar de encuentro donde se degustaba la mejor leche merengada o se podía jugar una partida de billar, cartas o dominó en la sala acristalada por donde debajo discurría el río junto del Pont de Sant Bernat. Allí estuvo de camarero Emilio Valentín Beneyto, conocido por sus paisanos con el sobrenombre de “El Canari”.

No nos olvidemos de otros buenos profesionales, como fueron Alfredo Martínez Perelló, quien encauzó a sus hijos en el ramo de la hostelería; al señor Sanmartín “El Blanco”, que trabajaba en el Bar Júcar;  Emilio Montalvá, que ejerce la profesión en Sueca y que en las carreras de camareros fue casi siempre el primero en llegar a la meta. También los de la rama denominada social, la clase trabajadora, tuvieron presidentes como Adolfo Montón o José Noguera, entre otros. La fiesta a Santa Marta, que cada año, el día 29 de julio, celebraban estos buenos profesionales, con el nombra­miento de la Hostelera Mayor y Damas, los reunía en una misa que se celebraba en el Hogar Santa Teresa Jornet y por la noche en una fiesta.            

A muchos no habremos nombrado pero, en todo caso, a los que se fueron y a los quedan y viven y comparten con nosotros el pan y la sal cada día, nuestro reconocimiento y afecto.

Alfonso Rovira, 25.10.1992